EXPOSICIÓN
Fundación Barrié. Sede A
Coruña
Del 7 de noviembre de 2012 al 7 de abril de 2013
La Fundación Barrié inaugura
mañana 7 de noviembre en A Coruña la exposición Compañeros de oficio, una reflexión sobre el papel de la
arquitectura vernácula como pilar fundamental de la obra de grandes maestros de
la arquitectura contemporánea
A Coruña, 6 de
noviembre de 2012.- La Fundación Barrié
inaugura mañana 7 de noviembre en su sede de A Coruña la exposición Compañeros de oficio, una producción
propia de la Fundación que podrá visitarse hasta el 7 de abril de 2013. Posteriormente,
la exposición viajará a la sede de Vigo, donde se mostrará en el verano de
2013.
El próposito de Compañeros de oficio, comisariada por el
catedrático de Representación y Teoría Arquitectónica de la Escuela Técnica
Superior de Arquitectura de la Universidade da Coruña Pedro de Llano, es
impulsar una reflexión poco habitual sobre el papel de la arquitectura
vernácula como pilar fundamental de la obra de un imprescindible grupo de
arquitectos contemporáneos que dieron continuidad al vínculo entre los
“artesanos” de ayer y los “creadores” de hoy, tal y como expresó Charles-Édouard Jeanneret, Le Corbusier, con
las palabras que dan título a esta exposición. Además, la muestra pretende que
el visitante se cuestione cómo hacer una nueva arquitectura que mejore y se
ajuste a la sociedad que viene, y cuál debe ser la relación entre el edificio,
sus destinatarios y las necesidades del medio.
Hace más de un siglo que algunos arquitectos se plantearon la
necesidad de definir una arquitectura limpia y sincera que sirviese para
relacionar íntegramente al hombre con su entorno. Entonces la tradición era
propiedad intelectual de corrientes culturales como el historicismo y el
regionalismo, y el medio empezaba a sufrir cambios desconocidos, conflictivos,
que se profundizaron durante el desarrollo social y económico del siglo XX.
Entre el estancamiento mental en torno a las cualidades del pasado y la
urgencia por los problemas presentes, aquellos arquitectos supieron dar con la
herramienta del momento: un modelo de arquitectura innovador, de vocación provocadora
y fundamento histórico.
Pero además, su capacidad de abrirse al pasado les permitió aprender
muchas cosas de las racionales, austeras y coherentes leyes de la anónima
arquitectura tradicional, aquella “arquitectura sin arquitectos” que, apoyada
en el rigor de la geometría constructiva, obedecía a las reglas simples de los
materiales que se encontraban en su entorno inmediato y seguía la infalible
experiencia que se había transmitido durante siglos, conformando construcciones
que son paradigma de la excelencia arquitectónica para la arquitectura del
presente.
Le Corbusier explica el interés de la observación de las
construcciones tradicionales para la nueva arquitectura propuesta por los grandes
maestros de la vanguardia moderna.
“No se trata de resucitar viejos folclores sin ningún valor en la
actualidad ni viejos oficios superados por la técnica moderna, sino de
despertar nuestra mente, de hacer brillar la ley de la armonía, de definir la regla
de la unidad, de avivar el ingenio ensanchando la imaginación y descubriendo el
futuro en un pasado maravilloso”. La idea no era imitar formalmente aquella
seductora arquitectura que tanto admiraban, era observarla, analizar las
inteligentes y elementales soluciones que daban a los problemas impuestos por
el medio: el clima, la técnica y los materiales disponibles, la economía, la
organización social. Había que detenerse para analizar todo aquello, conocerlo
bien para descubrir enseñanzas básicas en las que sustentar, también, unas
propuestas de futuro renovadoras y originales; abstraer el saber de las casas
anónimas, investigarlo hasta reducirlo a su carácter esencial.
Casa Fisher, Louis Kahn ©Fundación Barrié© |
Como ellos y sus discípulos directos (Alvar Aalto, Louis Kahn, Alvaro
Siza, Tadao Ando, Balkrishna Doshi...), en el momento en que nuestra sociedad
se adentra en un período nuevo, sugerente, volvemos a preguntarnos por qué si
hace ya muchos siglos supimos relacionarnos con sentido con el medio y el
clima, de forma adecuada a nuestras necesidades vitales, si supimos usar
magistralmente la madera, el barro o la piedra que teníamos ahí, delante de
nosotros… ahora parece que no fuésemos capaces de volver a definir una
arquitectura lógica, sostenible, de espacios atractivos y compuesta por los
materiales industriales que nos ofrece la nueva revolución tecnológica.
Small House, Kazuyo Sejima ©Fundación Barrié© |
Con el comienzo de un nuevo período histórico, es necesario definir de
nuevo nuestros espacios vitales de manera que ayudemos con otra arquitectura
tan racional como la de nuestros viejos compañeros de oficio, tan versátil y
eficaz como la técnica actual, a equilibrar el desarrollo de nuestra sociedad
con las condiciones y las posibilidades del territorio que habitamos. Es lo que
hacen, después de todo, los más lúcidos arquitectos de nuestro tiempo: Peter
Zumthor, Glenn Murcutt, Kazuyo Sejima…, demostrando que frente a la frivolidad
característica del eclecticismo en que se mueve buena parte de nuestra cultura,
todavía podemos dar respuesta al lugar y en el lugar, (adaptarnos a nuestros
lugares, a nuestros sitios, y ellos a nosotros) con una arquitectura crítica,
juiciosa, capaz de hacernos progresar desde los más heterogéneos
planteamientos.
Una arquitectura, elaborada desde la sensibilidad poética de cada
autor, que funcionará sobre todo si es rigurosa, si cumple con la condición más
sencilla y exigente: dar respuesta a las necesidades del lugar y su gente, a la
particularidad del medio. Una arquitectura que nos envuelva y nos integre en
los nuevos paisajes conformados desde la racionalidad, la sostenibilidad, la
eficiencia y el sentido del lugar.
COMPAÑEROS DE OFICIO, interior del catálogo |
Programa
educativo y catálogo
La exposición se acompaña de un programa
educativo, paralelo a la exposición y gratuito, que incluirá campamentos de
Navidad, talleres para familias, visitas guiadas y talleres para escolares.
Asimismo, la Fundación Barrié ha editado una cuidada publicación trilingüe
(español, gallego, inglés) en la que se recogen, además de los contenidos
presentes en la exposición, documentación y textos adicionales que complementan
y enriquecen dichos contenidos.
Distribución de la exposición
Compañeros
de oficio, compuesta por 37 maquetas, textos, planos,
proyecciones, animaciones en 3D y fotografías, ocupa el hall y los dos sótanos
de la sede de la Fundación, donde se distribuye en tres bloques temáticos:
·
Bloque 1. Transformando el paisaje
·
Bloque 2. El influjo de la arquitectura
sin arquitectos
·
Bloque 3. Sugerencias para un nuevo
tiempo
La Fundación Barrié y la Arquitectura
La histórica
vinculación de la Fundación, creada en 1966, con la Arquitectura se ha plasmado
en estos años en un apoyo sostenido en el tiempo y concretado en sólidas
acciones como respuesta a la inquietud personal de Pedro Barrié de la Maza.
Entre ellas, un programa expositivo en el que la Arquitectura tiene un papel
destacado. Los ejemplos más recientes son las exposiciones, ambas en A Coruña,
sobre la obra de los arquitectos David Chipperfield (2010) y Gonçalo Byrne
(2010/2011). Anteriormente, la Fundación ha programado exposiciones como Le Corbusier. Viaje al
mundo de un creador a través de veinticinco arquitecturas o las dedicadas a Frank Lloyd Wright, Mies
van der Rohe, Verner Panton y a George Nelson.
El conocimiento
y difusión de la arquitectura han ocupado siempre un lugar destacado entre los
objetivos de la Fundación. Así, en 1967, la Fundación comienza las negociaciones
para la creación de las Escuelas de Arquitectura en Galicia. La construcción y
equipamiento de la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica Pedro Barrié
de la Maza (inaugurada en 1975) y de la Escuela Técnica Superior de
Arquitectura Pedro Barrié de la Maza (inaugurada en 1980) absorberán durante
más de una década buena parte de los recursos destinados por la Fundación a
programas educativos, y constituyeron el germen de la universidad coruñesa.
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