Daigo toca el violonchelo en una orquesta, esta se disuelve, se queda sin trabajo, y regresa a la casa de sus padres, en su ciudad natal. El único empleo que encuentra es en una funeraria, cosa mal vista en Japón. Delicada película en su forma y contenido, con situaciones escabrosas resueltas con sentido del humor y mucha sutileza.
Último Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa, en la entrega, su director, reconoció no esperar el galardón, puesto que había visto "Vals con Bashir", presentada por Israel, y creía era mejor que la suya.
No perderse los títulos de crédito finales, con la ceremonia completa.
Para Alberto, Marta.
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