El Ska, la música que abrió el camino
Nacimiento del Ska
Después de la Segunda Guerra Mundial las ondas de las emisoras de Miami y New Orleans transportan hacia la isla de Jamaica los sonidos de las Big Bands, el Be-Bop, el Rhythm and Blues, el Soul y el Swing. A finales de los años cuarenta surgen los Sound System, DJ’s que se desplazan por las ciudades con su equipo a cuestas, con el que montan una fiesta en cualquier esquina o lugar, y que comienzan a reemplazar a las bandas que venían interpretando el Swing que provenía de los U.S., o el autóctono Mento, precursor del Ska y el Reggae. “Verás, la orquesta después de tocar durante una hora, paraba para descansar, y se comían todo el cabrito al curry, y se bebían el licor. Así que el promotor nunca tenía ganancias. Salía demasiado caro organizar un baile. ¡Ellos (el DJ del Sound System y algún posible ayudante) comían sólo una olla de cabrito!” (Bunny Lee, productor)
El que la música preferida de estos DJ’s sea el Rhythm and Blues, y el que se les pueda escuchar por todas partes, propiciará que nazca un género que tiene su base en una música tradicional de la isla como el Mento, que al recibir la influencia de aquel se convierte en el Ska. Este nuevo estilo que empieza a emerger a finales de los 50’s, también cuenta en mayor o menor medida con pinceladas de Doo-Wop o Jazz, y de otros ritmos tradicionales como los propiciados por los tribales tambores Burru, que influirán en el desarrollo del Reggae.
Tres hitos en la historia de la música jamaicana
En 1958, Chris Blackwell, un inglés que había crecido en Jamaica decide crear un sello discográfico, Island, en el que lanza un tema compuesto e interpretado por Lorenzo ‘Laurel’ Aitken, Boogie In My Bones, que se convierte, al año siguiente, en #1 de las listas de la isla durante 11 semanas, y que se considera el inicio del Ska.
En 1960, el tema Oh Carolina, compuesto por Prince Buster e interpretado por los Folkes Brothers, se hace muy popular, y tiene el honor de ser el primero en contar con la percusión tradicional Burru de la mano de Count Ossie.
Shaggy lo pondrá en lo más alto en febrero de 1993.
Shaggy lo pondrá en lo más alto en febrero de 1993.
Millie Small, un descubrimiento de Chris Blackwell, coloca su versión del clásico del R&B de Barbie Gaye My Boy Lollipop, en el #2 de las listas inglesas en 1964, en las que se mantendrá durante 18 semanas, y del que se venderán alrededor de 7 millones de copias en todo el mundo. En los U.S. también fue #2. El tema, que cuenta con la guitarra del genial Ernest Ranglin, supuso el desembarco a nivel mundial de la música jamaicana.
Este éxito propiciará que Blackwell mueva su sello a U.K., al tiempo que el ritmo caribeño se hace muy popular en Inglaterra entre los Mods, conociéndosele como Blue Beat, nombre de la etiqueta que distribuye los discos a este lado del Atlántico.
En 1987, una reedición lo llevará al #46, después de haber pasado por las listas ya en el 82 en la reinterpretación de Bad Manners, #9.
En 1987, una reedición lo llevará al #46, después de haber pasado por las listas ya en el 82 en la reinterpretación de Bad Manners, #9.
Continuidad del Ska
En 1964 aparece en Jamaica el grupo que para muchos define el Ska, The Skatalites (Pero esta puede que se convierta en otra historia)
A finales de los 70’s hay una explosión revival de excitante Ska en U.K. propiciada por el nacimiento del sello 2-Tone, fundado por Jerry Dammers, en el que militaban bandas como The Specials, Madness, The Selecter, The Bodysnatchers o The Beat.
http://en.wikipedia.org/wiki/Prince_Buster
http://en.wikipedia.org/wiki/Count_Ossie
http://en.wikipedia.org/wiki/Ernest_Ranglin
http://www.skatalites.com/
Para Marta, Cari, Merce, Nando, Xavi.
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