jueves, 18 de noviembre de 2010
Concierto//MAVIS STAPLES (JAZZ CAFÉ, LONDON 2010)
Aquí tenemos la tercera y última entrega, por ahora, de nuestro querido amigo Rubén desde Londres. En esta ocasión se trata de una cantante con una voz muy bonita y profundamente sensual, que empezó su carrera siendo muy niña, en los años 50's, actuando en iglesias al lado de su padre Roebuck "Pops" Staples, su hermana Cleotha y su hermano Pervis, y que se pusieron como nombre The Staples Singers. En un principio cantaban espirituales, y luego de un tiempo hicieron lo propio con el blues, el folk, el soul o, puntualmente, el reggae, legándonos algunas canciones e interpretaciones tan bellas y extraordinarias como, For What It's Worth, -versión del tema de Stephen Stills-, If You're Ready (Come Go with Me), I'll Take You There, Respect Yourself o Let's Do It Again, entre otras.
En el '69, Mavis, comenzaría una carrera en solitario, al tiempo que seguiría al lado de su padre y hermanas, -en 1970 Pervis abandonaría el grupo y entraría en la formación su hermana Yvonne-. Su trabajo al margen de la familia cuenta con altibajos y nunca obtuvo gran repercusión, a pesar de haber trabajado con Curtis Mayfield, Prince, -que la fichó para su sello, Paisley Park y con quien grabó dos álbumes-, Ry Cooder o más recientemente con Jeff Tweedy. De todas formas eso no le ha impedido entregarnos, a lo largo de estos años, varios discos más que notables como "Only for the Lonely" (1970), "Have a Little Faith" (2004), "We'll Never Turn Back" (2007) o el último, hasta la fecha, el estupendo "You Are Not Alone" (2010) y temas preciosos como I Have Learned to Do Without You, In Times Like These o You Are Not Alone.
jueves, noviembre 18, 2010
Por un momento, cada vez que empiece a recordar, voy a creer que la música es una bendición celestial, quizá de dios. O de Dios. Del Dios en el que cree Mavis con devoción, el que la ilumina para vivir, que le da fuerzas para cantar propagando su voz desde las entrañas, para moverse graciosa junto a sus músicos por el escenario, para amar a su parroquia con la entrega de una oradora espiritual desde el púlpito. Yo me he unido a esa parroquia y he recuperado la fe. Abrazo la religión de Mavis porque anoche me convirtió y me llamó a su congregación.
He perdido la cuenta de los conciertos que he visto, aunque tampoco puedo presumir de que haya sido una incalculable barbaridad. Y quizá el que guarde en el recuerdo como el más entrañable de todos sea el de Mavis Staples en Camden, en el Jazz Café Venue de Londres, una lluviosa noche de noviembre en el año en el que esta adorable señora ha cumplido 71 años. Mavis es pequeña, regordeta, se mueve y camina ya cansada pero se enciende como una colegiala con ganas de vicio cuando entra en escena. Conserva en su cara sonriente y maciza la belleza que tuvo en su juventud, la que tienen todavía sus manos de dedos cálidos y delgados. Y el buen humor, una alegría que parece en ella innata, nunca lo pierde.
Apareció media hora tarde, retraso que le perdonamos. Bajó las escaleras detrás de su banda, cubierta de negro y con el peinado y los pendientes que luce en su último disco. Dejó una toalla y una botella de agua sobre un taburete. Saludó al público, unos quinientos que éramos ya entusiasmados sin que empezara aún a cantar. Y sonrió con el encanto de las abuelas. Empezó la ceremonia con el primer cántico gospel. “I am His, He is mine”, proclamó. Él es el señor, claro, el dios que tan presente estuvo en la velada. Nos unió a su banda, a su propia iglesia. “Ninguno de nosotros está solo”, dijo después de susurrar entre hermosos lamentos la mejor canción de este año, You’re not alone; “pero ahora llega mi momento de estar sola”, dijo antes de entonar Losing you, el tema que le tomó prestado a Randy Newman en su último disco. Destripó casi entero este álbum, una joya cada día más resplandeciente. A su padre Pops lo recordó con Freedom Highway y con I’ll take you there, el colofón imprescindible e insuperable para un concierto inolvidable y una experiencia religiosa. Los que allí estuvimos, lo juro, nos movimos y cantamos como si asistiéramos a esas misas de negros gritando hallelujah como si dios los poseyese que hemos visto en las películas americanas.
Mavis nos dio la mano, chocó los puños y se dejó besar, nos habló a todos como una sacerdotisa. Cantó y habló cuanto quiso, se lo pasó en grande porque ha nacido para esto, para meternos en sus canciones. Recordó anécdotas, abrazó a sus músicos (“no es un buen bajista… no es un buen batería… no es un buen guitarrista”, dijo al presentar a Jeff Turmes, Stephen Hodges y Rick Hollstrom), se acordó de viejos amigos, como el Reverendo Gary Davis o los miembros de The Band tras cantar The Weight, fingiendo olvidarse de Garth Hudson, “el que tenía aquella barba larga”), bromeó con el apellido del productor de su último disco, Jeff Tweedy (“creo que el chico hizo un buen trabajo”) y cuando dejó que su grupo se deleitase en una jam de dos fantásticas piezas, se echó a un lado en el pequeño escenario y se sentó junto a su hermana Yvonne, uno de los tres integrantes de su coro, como si escuchase el ruido de las luciérnagas desde un porche cuando el sol de la tarde se empieza a esconder.
Allí estaba ella, Mavis Staples, mirándonos y sonriendo, regalando amor. “Oh yeah”, alabando a su banda. Oh yeah. Inmensa. Hasta siempre. We love you.
Publicado por Rubén Darío a las 6:25 PM en tribecasessions.blogspot.com
Para Carlos M., Puchón.
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MUCHAS FELlCIDADES!! Ya un añito tiene tu creacion y como se suele decir que cumplas muchos mas y sobre todo que yo lo siga viendo, que disfruto mucho y aprendo aun mas. Que cada dia la cosa vaya creciendo un poco mas, muchos exitos. Bs
ResponderEliminarDe Mavis Staples poco más hay que añadir. Nuestro amigo Rubén ha sido un tío afortunado al poder ver a la Staples. Mi ultima experiencia musical con ella ha sido su disco del 2007 producido por Ry Cooder, el cual es realmente es excepcional (we'll never turn back). Gracias por esas grandes criticas a nuestro enviado especial en Londres.
ResponderEliminarME gustaría aprovechar este comentario para felicitarte por este primer año. Cuando veo el número de visitas que ha habido en este tiempo solo se me ocurre darte la enhorabuena por tu trabajo, esfuerzo y dedicación a que este magnífico proyecto salga adelante.
Ha transcurrido un año y estoy convencido de que el año que viene volveremos a hablar de otro éxito.
Muchas gracias Javi por hacernos participes a todos. Un abrazo amigo.
Gracias. Me hace mucha ilusión, Raquel, que me digas que disfrutas con el blog y que ¡aprendes algo!. Mi intención como he dicho en la presentación, hace un año, no es pontificar, sino compartir lo poco que sé, o lo que pueda averiguar sobre la marcha, con quien quiera acercarse por aquí. ¡Ojalá piensen así muchas personas, sería estupendo!.
ResponderEliminarUn beso
Y, todo lo más que se pueda decir de Mavis será bueno. Nuestro gran amigo Rubén, en un alarde de dominio del medio, ha hecho unos comentarios acertados, bonitos y muy buenos, como muy bien dices merece una felicitación, ¡cualquiera diría que es periodista!. En cuanto al número de visitas, no creo que sean muchas, pero estoy satisfecho, por tratarse casi exclusivamente de un puñado de amigos, el boca a boca ... y del trabajo de Google, sin olvidarme de que mi amigo Evasèe hizo una reseña de mi blog en el suyo hace unos meses, -gracias-.
ResponderEliminarGracias a ti, por estar ahí. Y, como decimos en Galicia, "De hoxe nun ano",(De hoy en un año)
Saludos, Borjita